Estudia los juegos a los que juega tu hijo/a para determinar si se corresponden o no con su edad. ¿Hay chat en el juego? ¿Tiene el juego un contenido explícito de carácter sexual o violento?
Ayuda a tus hijos/as a crearse un perfil online la primera vez que acceden una Web para jugar. Rellena sólo lo estrictamente necesario, dejando en blanco la información que puede identificar o revelar algo sobre tu hijo/a.
Destaca la idea de que las personas pueden falsear su identidad y presentarse como alguien diferente a quienes son en Internet, pueden fingir ser mayores o menores de lo que realmente son.
Cuando la consola o el juego se instale por primera vez, permanece presente para ajustar todos los controles y establecer una contraseña de control.

Asegúrate de que tu hijo/a solo juega a juegos online con personas que conoce (miembros de la familia o amigos de la �vida real�).
	Verifica la accesibilidad online usando bloqueos o restricciones, disponibles en la mayoría de las videoconsolas.
	Vigila los mensajes y los discursos de tus hijos/as mientras juegan.
Implícate y muestra interés por los juegos a los que juegan tus hijos/as. Si es posible, juega con ellos.
Busca juegos que tengan la opción de bloquear personas con las que pueda jugar tu hijo y que permita excluir a personas desconocidas del chat.
Comprueba si el juego ofrece mayores opciones para jugadores de más edad, y si tu hijo/a puede haber falseado su edad para poder acceder a esas opciones.